Un pequeño inciso

Aun a riesgo de que gente como el sr. Piedra me digan que trato temas baladís en lugar de tratar puntualmente los de su lista, hago un pequeño inciso para desahogarme un poco.

Este mensaje va dirigido a gentes de todas las edades, nacionalidades, y condiciones sociales. Quizá no a todas, pero sí a muchas.

Señoras y señores, niños y niñas, si yo pago una entrada para ir al cine, es para oír las voces y ruídos de la película. Cuando la película tiene un silencio, pago para NO OÍR NADA. NO PARA OÍR COMO LE CUENTAS A TU SOCIO CUALQUIER SANDEZ.

Y es, señoras y señores, de educación básica apagar el móvil cuando se entra al cine. PERO ES QUE YA ESO NO ES NADA. YA  HAY GENTE QUE HASTA HACE LLAMADAS DESDE EL CINE.

Y por supuesto, HABLAN COMO SI ESTUVIERAN EN EL PUTO SALÓN DE SU CASA. COMENTAN LA PELÍCULA COMO SI ESTUVIERAN VIENDO UN DIVX EN SU SOFÁ.

Yo ya estoy resignado a las bolsas de patatas y las palomitas (que hambre les entra por dios), a los ruidos y a los olores repugnantes. Incluso entiendo que siempre habrá alguien que olvide apagar el móvil. Y en las pelis de niños, pues hay que dejarlos que se esparzan, animalicos. PERO A ESTO NO ME RESIGNO, NO SEÑOR.

Y ya que los empleados del cine no hacen nada, voy a imprimir mis propios carteles, con una enfermera pidiendo silencio. Y los voy a pegar en las paredes al amparo de la oscuridad. Mientras pueda, porque antes o después la gente aparecerá con focos para poder teclear en el feisbuk. Estoy SEGURO.

 

2 comentarios

  1. Pues sí. A lo mejor es que simplemente somos tontos por preocuparnos de no ir pisando a la gente. Pero prefiero seguir siendo un tonto cabreado.

  2. Cuando uno lleva razón hay que dársela, y si empiezas a recoger firmas para esto, avísame.
    Hay casos más indignantes, como cuando todo esto, aunque cambiando las palomitas por chocolatinas de la máquina, pasa en las urgencias o la sala de espera de cualquier hospital.

Trolea un poco